Educación Sexual Integral: Resolviendo los mitos de la ESI

La ESI o Ley de Educación Sexual Integral establece bases generales para la educación afectiva y sexual en las salas de clases desde la primera infancia, en Chile la Convención Constitucional aprobó en general esta iniciativa.


La educación sexual integral (ESI) es un derecho humano y surge como iniciativa de ley entre otras razones desde la preocupación por el aumento en los índices de infecciones de transmisión sexual y de VIH en segmento juvenil. Su tramitación ha puesto en discusión temas como el abuso infantil y la violencia de género. El pleno de la Convención Constitucional aprobó en general el artículo sobre Educación Sexual Integral (ESI), que establece que “todas las personas tienen derecho a recibir una Educación Sexual Integral, que promueva el disfrute pleno y libre de la sexualidad”.

La ESI pretende que niñxs y adolescentes tengan acceso a ella desde la educación parvularia, con contenidos adaptados a las distintas fases de su desarrollo. Según la UNESCO, este proyecto les entrega conocimientos y valores para desarrollarse en ámbitos como la salud, el bienestar y la dignidad personal. “Los empoderará en desarrollar relaciones sociales y sexuales respetuosas; considerar cómo sus elecciones afectan su propio bienestar y el de los demás y entender cuáles son sus derechos a lo largo de la vida y asegurarse de protegerlos”, señala el documento oficial del organismo. 

Actualmente, la regulación en Chile se hace desde un enfoque sanitario y de fertilidad, quedando a disposición de los principios de cada establecimiento educacional. La Educación Sexual Integral, busca mover el foco a uno que considere aspectos cognitivos, emocionales, sociales y culturales de la sexualidad. 

Desde ahí que a niñxs y adolescentes que se perciben o son percibidos como LGBTIQ+, una ESI les permitiría sentirse incluidos, ya que crearía espacios seguros de conversación y desarrollo, dejando fuera estereotipos discriminatorios. La ley se basa en los estándares internacionales de la Convención de los derechos de lxs niñxs, entre ellos el derecho a la vida, a la salud, a la no discriminación, a la educación. En países como Argentina se aplica desde el año 2006. 

El proyecto proporciona herramientas a las familias para potenciar el desarrollo desde la primera infancia. “No limita el derecho de las familias en la educación, de hecho, busca fortalecer la educación en su conjunto aportando competencias para el desarrollo de la autonomía en la toma de decisiones relacionadas al propio cuerpo y sexualidad”, aclara Matía Trujillo, Director de Sostenibilidad de Todo Mejora.

Mitos sobre la Educación Sexual Integral 

1.     Niños y niñas no necesitan recibir ESI

Si la necesitan. La educación sexual está presente en ámbitos como el deporte y la educación física, y en las relaciones interpersonales en las aulas. Permite crear espacios seguros, participativos y diversos para hablar de sexualidad, pero también para identificar abusos o prácticas violentas.

2.     La ESI incentiva a que niñxs inicien tempranamente su vida sexual

No. Busca brindar información de manera clara y completa desde distintos aspectos de la sexualidad (científicos, afectivos, sociales y jurídicos). A nivel internacional ha sido fundamental para disminuir tanto ITS como la violencia escolar, además busca fomentar el respeto.

3.  Solo las familias deben educar en sexualidad a sus hijxs

La educación sexual integral es un derecho humano y los establecimientos de educación públicos tienen la obligación legal de implementar programas de educación sexual que sean claros, completos e integrales, sin sesgos ni discriminaciones.

4.     La educación sexual integral busca adoctrinar a NNA con "ideología de género"

No. La ESI no busca promover dogmas, ayuda a las personas a tomar decisiones informadas sobre su sexualidad, tanto para que sus ideas y deseos sean respetados, como para respetar a otrxs.

5.     La ESI dice que no existen ni hombres, ni mujeres

No. La ESI no niega la existencia de hombres y mujeres, promueve una perspectiva amplia sobre sexualidad y género. Enseña que la sexualidad es un campo complejo, multideterminado e informa que existen diversas identidades y expresiones de género. Busca desnaturalizar prejuicios y romper con estereotipos, enseñando a conocer y respetar el derecho a la identidad y promoviendo la no discriminación.

6.     La ESI busca convertir niñxs a la homosexualidad

No. La ESI enseña que las personas viven su afectividad y sexualidad de manera diversa, derribando estereotipos y mandatos sobre sexualidad impuestos. Ayuda a generar espacios inclusivos para estudiantes LGTBIQ+, reduciendo la discriminación de personas por expresión de género e identidad sexual y el bullying en etapa escolar.

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